La peor dirigencia de la historia

Como todos sabrán, el diario deportivo Olé publicó en su tapa una foto apócrifa (retocada con Photoshop) donde se lee: La peor dirigencia de la historia.
El diario publicaba esa foto indicando que la habían retirado de la cancha, cuando en realidad fue creada por una persona en su PC.

Más allá de esta historia (triste historia que nos demuestra como se puede "informar" desde un diario) creo que es bueno aprovechar la ocasión para reflexionar. En principio creo que esa bandera posee un alto grado de veracidad: si no es la peor dirigencia de la historia, al menos se asegura el podio. River Plate ha regalado jugadores (el caso de Pipita Higuaín es aberrante), ha perdido prestigio (basta mencionar la última posición en el torneo pasado) y ha incoporado jugadores sin tener una política clara. O sí: cualquiera que rendía se iba del club (Santana, Figueroa, Montenegro).
Más allá de lo referido a lo futbolístico (la actividad más importante desde un punto de vista económico) las instalaciones están seriamente dañadas (¿qué están haciendo con el Monumental?), el público familiar se encuentra en retirada y River institución aparece en la sección policiales de los diarios por motivos largamente conocidos.
Algunos aciertos, fuera del fútbol, pueden mencionarse: José Meolans siempre es bienvenido en el club como referente de la natación y lo mismo le cabe a Cachito Vigil en lo referido al hóckey femenino. Si me olvido de algo, por favor avísenme.
El River Plate actual no puede aspirar a ganar una Copa Libertadores o un campeonato local, no puede mantener al equipo de básquetbol jugando en Primera, no ofrece comodidad ni seguridad. ¿Si no pueden hacer estas cosas, qué es lo que hacen los dirigentes?

River necesita un plan claro y racional. Mejorar el aspecto futbolístico es importante para obtener recursos que sostengan la función social del club. River debe alcanzar las semifinales en cada Copa Libertadores y mantenerse entre los 4 primeros de cada torneo. No por capricho, sino por necesidad. Generar jugadores con carácter ganador y experiencia en patidos eliminatorios, acumular recaudaciones de cancha llena y derechos de televisión. Falta mucho pero la historia de River no merece menos. Si no se pueden cumplir estos objetivos, es sensato dar un paso al costado y dejarle la posibilidad a otro más capacitado.

Esperemos que a partir de las próximas elecciones comience un período de reconstrucción en River.

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