River Plate: 1940-1949

Los años brillantes del club fueron durante la década del 40, en la cual los formidables teams de River Plate se vistieron de gala y pasearon su elegante fútbol por todas las canchas del país.
El título de 1941 se lo adjudicó relegando a San Lorenzo por cuatro puntos. El conjunto entrenado por Renato Cesarini fue tomando forma con la inclusión en el centro de la delantera de Pedernera, por pedido exclusivo de Carlos Peucelle, un visionario del fútbol. Además, goleó a Boca por 5 a 1 en Núñez y se consagró campeón en cancha de Estudiantes de La Plata al ganar por 3-1.

Al año siguiente apareció ¨La Máquina¨, el mejor equipo del profesionalismo, que se coronó ganador del Torneo en la Bombonera con el empate en dos tantos (ambos de Pedernera) tras ir en desventaja de dos goles y con un hombre menos. Anteriormente, ya lo había derrotado en el Monumental con 4 a 0 categórico.

Ése fue el equipo más brillante de todos los tiempos, tanto en lo colectivo como en lo individual. Hacían bailar a los contarios con su famosa delantera integrada por Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau.

Labruna fue el goleador del Campeonato 1943 con 23 tantos, año en el que River fue subcampeón y en el que le ganó como local a Boca Juniors por 3 a 1. En 1944 Moreno y Bruno Rodolfi -centre half de La Máquina- se fueron a México, hecho que permitió la incorporación de un volante central de lujo, Néstor Rossi, que venía de las divisiones inferiores.

Los 25 goles de Labruna (goleador del año) en 1945 ayudaron al equipo para la obtención de otro campeonato, el sexto hasta ese entonces. Además, ganó nueve partidos al hilo y luego venció a Boca por 1 a 0 en Núñez. Ya para 1946, se produjo un hecho destacado: la vuelta del ¨charro¨ Moreno al club. 40 mil espectadores colmaron el estadio de Ferro en el partido que finalizó River 5 - Atlanta 1, con tres goles de Moreno. Aquella tarde, el público ingresó al campo de juego debido al derribe de los alambrados y a la euforia desatada.

El gigantesco delantero Alfredo Di Stéfano apareció como goleador en el año 1947, en el cual River obtuvo nuevamente la gloria de ser campeón. Sus 27 tantos lo convirtieron en el máximo artillero y fue muy bien secundado por Labruna, Moreno y Loustau. También, derrotó a Boca por 2-1 que fue subcampeón.

La hegemonía riverplatense se diluyó al final de la década pero hubo sucesos importantes en la misma, como los triunfos frente a Boca, primero en La Bombonera en 1948 y luego en Núñez en 1949 por 1 a 0 con gol de Labruna -máximo goleador en la historia de los Superclásicos con dieciséis anotaciones-.

La del 40 fue la década dorada de la Institución Millonaria, la de los mejores conjuntos, los más exquisitos y brillantes. Además del poder ofensivo, varios defensores sobresalieron es esa época, tales casos de Yácono, Vaghi y Ferreyra. Aquella delantera de la Máquina no tuvo la posibilidad de disputar Copas del Mundo ya que las guerras impidieron las previstas para 1942 y 1946. Los próximos períodos también serían envidiables.
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