Amenazas a Pezzotta: Dirigentes procesados

La Cámara del Crimen procesó al vocal de River, Néstor Morelli; al jefe de seguridad del club, Gabriel Riccio; al presunto nexo de la dirigencia con la barra brava, Francisco Bierniakowicz y al oficial de la Policía Federal Matías Ponce por liberar la zona del estadio en la que barras amenazaron al árbitro Sergio Pezzotta.

La Sala I de la Cámara consideró que los dirigentes del club “coordinaron el embate hacia la terna arbitral” al liberar la zona de vestuarios ya que en ella se encontraron con los barras bravas y nada hicieron para impedir su avance.

Además, el tribunal ratificó los procesamientos de los barras Alberto Martín de Ramos Araujo, uno de los jefes de Los Borrachos del Tablón, Juan Carlos Chimi Leguizamón, Sergio Ale de Bugde Medina y Flavio Raguzzi, quienes llegaron hasta el vesturio de Pezzotta en el entretiempo del partido, donde fue amenazado.

Así, los ocho procesados quedaron a un paso del juicio oral y público en el que serán juzgados por el delito de amenazas coactivas, que tiene una pena de seis meses a dos años de prisión.

En la causa no está imputado el presidente del River, Daniel Passarella, quien sí lo está en el expediente del fuero contravencional por el exceso en la venta de entradas y la falta de control para evitar los incidentes tras el encuentro. El fallo fue firmado el 30 de diciembre, último día hábil antes de la feria judicial, por los jueces Luis María Bunge Campos, Jorge Rimondi y Alfredo Barbarosch.

“La secuencia fílmica indica que Morelli junto a su colaborador (Bierniakowicz) fueron los encargados de habilitar el ingreso del grupo agresor al sector privado. Uno (Bierniakowicz) los detuvo frente a la puerta del hall central, haciéndolos volver sobre sus pasos para encontrarse con el otro (Morelli) frente a la puerta maratón, por la que en definitiva pudieron acceder”, explicaron los jueces.

Morelli es vocal del club y presidente del Departamento de Control de Estadios, mientras que Bierniakowicz es colaborar de esa área y se lo sindica como el nexo entre el club y los barras bravas.

Por su parte, a Riccio la Cámara también lo procesó por no evitar el avance de la barra ya que se encontró con el grupo en las adyacencias del vestuario de Pezzota y las imágenes lo ubicaron charlando con el subinspector Ponce.

Sobre el policía, el tribunal sostuvo que Ponce “pese al conocimiento que tenía, o que debía tener, sobre las restricciones que pesaban sobre el ingreso al anillo interno del estadio, se desentendió de la conducta que desplegaron los simpatizantes caracterizados que conocía”.

Fuente: 4-4-2
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