Manos manchadas: Aguilar otra vez

El valor de la mano de obra fue de u$s 500.000. La forma de pago, la siguiente: diez cuotas iguales, mensuales y consecutivas de u$s 10.000; el otorgamiento por dos años del palco Nº 57 de la platea Belgrano por un valor de u$s 32.407; y la concesión de un 10% de la ficha de Matías Abelairas, un 15% de Diego Barrado, un 20% de Gustavo Fernández y un 20% de Nicolás Domingo.

El único vocal que se opuso fue Juan Manuel Lanas. Macchi, Israel, Córdoba, Darío Santilli, Ferreyra, Quintás, Poblet, Ballota, Singerman, Besteiro, Grinberg, Slipak, Cavallero y Cuiña dieron el sí. Pocos de ellos conocían los términos del contrato. En la orden del día figuraba de manera ambigua el ítem refacción del estadio. Cuentan que muchos se codearon cuando escucharon el plan trueque: futbolistas a cambio de pintores.

Hay dos intepretaciones contrapuestas acerca de la letra fina del contrato. Una que indica que al momento de completar los u$s 367.593 -cifra remanente al pago de las diez cuotas y al alquiler del palco- con la venta de alguno de los jugadores en cuestión, se cancelará la deuda. Jurídicamente hablando, esta operatoria se llama venta con pacto de retroventa... Pero la segunda mirada indica que la cesión de derechos ha sido definitiva.

Las pinturas, encima, ya estaban en el club desde hacía más de un año por un cambio por publicidad con Sinteplast. "Yo me encargué de sellar el acuerdo por los 40.000 litros. Luego se llamó a licitación para contratar a la empresa que se haría cargo de la mano de obra, pero se terminó entregando en forma directa", dijo Héctor Cavallero.

El total de la refacción se calcula en una superficie de 35.000 metros cuadrados. Si éstos se estiman sobre los u$s 500.000 de mano de obra, la ecuación daría unos u$s 14,25 por cada metro de hormigón. Parece una suma abultada si se trasladan los parámetros del presupuesto al de una habitación de cuatro por cuatro: $2.700 sin contemplar el techo ni los materiales. Pero en el trazado grueso del estadio al que Maradona había visto tan mal se realizaron trabajos complejos. Ejemplos: la reparación de las juntas, la extracción y tratamiento de cada una de las butacas, el cambio de la señalización interna, los indicadores de las tribunas y todo el proceso de hidrolavado y preparación de las superficies a ser pintadas.

Algunos se preguntan si no hubiera sido posible convocar al socio para dar una mano.

Fuente: Olé
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